jueves, 6 de mayo de 2010

2 encuentros sobre ruedas

Algo me demostró el día de ayer que la vida offline aun existe y genera emociones, ideas e inspiración, fueron dos encuentros con desconocidos en la calle.

El primer encuentro fue subido en mi motoneta, un señor de unos 50 y tantos años, vestido con una camisa sport a cuadros y tripulando un VW Beetle que hacia juego con el tono de su cabello; aspiro con gusto el aire inundado de humo de mi vehículo y entonces formuló un par de inquietudes técnicas acerca de mi máquina donde finalmente concluyo diciendo con una sonrisa esbozada en su rostro: "Antes les poníamos aceite de ricino, tiene un mayor coeficiente de resistencia a altas temperaturas y tu moto huele a eso" mi motoneta usa aceite sintético no de ricino, pero lo que sea que fuere le recordó a ese hombre un momento de gloria y juventud montando su propia e humeante motoneta con tanques llenos de gasolina, aceite y aceite de ricino lista para recorrer caminos trazados por sus sueños.

En ese momento sentí una fuerte conexión entre el hombre del Beetle y yo, algo como en el cuanto de navidad de Charles Dickens, solo que sin lo lúgubre y siniestro, sino que era en realidad como tener una visión de como podría llegar a ser en unos cuantos años y me imagino que él me vio como un reflejo de lo que fue en algún tiempo.

El segundo encuentro fue al estacionar una ecobici en su respectiva estación y rodear una camioneta 4x4 de esas con vidrios obscuros donde las mamás transportan a sus crías para llevarlas a la escuela de natación. Justo después de pasar por atrás de la camioneta un pequeño motor eléctrico sonó y niños y niñas de edades variadas asomándose por la rendija que dejaba el obscuro vidrio dijeron: "¡Hola nos regalas tus lentes!" luego un coro de risas de niños mientras sonaba de nuevo el motor eléctrico que subía la ventanilla, a lo cual sólo respondí que no con la cabeza mientras les sonreía y la mamá ya avanzaba por tener luz verde.

Este segundo encuentro me hizo recordar mi infancia y como las niña hacían cosas para llamar mi atención, cosas que no siempre eran lógicas ni efectivas pero le daban un toque de emoción a esos días de colegio.

En un sólo día tuve dos encuentros reveladores que me hicieron recordaron quién fui, quién soy y quién quiero ser, y todo ocurrió mientras no estaba conectado conectado, o puede que sí; ayer fue miércoles día dedicado al Dios Mercurio que es el Dios que rige la comunicación y el cruce de caminos entre otras cosas en la mitología griega,

Desde ayer respiro mejor y exhalo sin problema, la congestión me dejo libre.

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