La sociedad en la que vivimos está regida por los valores del capitalismo: acumulación, derroche de recursos y a favor de una imagen opulenta y llena de lujos.
La verdad es que pocas personas podrían vivir todo el encanto de este mundo de ensueño si no fuera por su amigo; el crédito, que convierte todos sus sueños en realidad.
¿Qué pasa si decides vivir de acuerdo a tu nivel de ingreso o mejor aun por debajo de él?
La respuesta es simple: Eres catalogado como perdedor y sin oportunidad de crecimiento.
La optimización de recursos resulta practica para muchas cosas y el más claro ejemplo está en la fábula de la hormiga y la cigarra.
Muchas veces el ser pequeño te ayuda a ser más ágil y dinámico.
Ser pequeño no es necesariamente un defecto, y puede ser en realidad una gran cualidad.
Arturo.
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